Pau Herreros Castelló
Pau (él, elle, ella). València, 1995. Entre las sangres antiguas que navegan la mía, se abrazan tres. Una es la de mi bisabuelo, que murió, sospecho, de manera poco accidental por comerse una paella. No pregunten más. Otra es la de mi yaya. A ella, once años después de su muerte, en el pueblo la siguen recordando como La Yeyé. Para terminar, mi abuela. Esa mujer, pequeñita en mi recuerdo, que cantaba flamenco a sus doce criaturas y me dejó en herencia el amor por las folclóricas. Las malas lenguas dicen que estudié integración y educación social. ¡Qué sabrán! Orgullosamente, esx soy yo.